Pensemos en el público promedio, que no sigue las noticias económicas ni entiende mucho (y quizá tampoco le interese mucho) sobre estos temas. Ese público que ha escuchado términos como PIB, inflación, recesión, incremento de tasas de interés, etc. porque los mencionan en noticias pero que, más allá de intuir que son temas de preocupación, no logra dimensionar el efecto que tendrán en su día a día.
Una recesión puede afectar a las personas de muchas maneras. Por ejemplo, si la empresa en la que trabajan experimenta dificultades financieras, es posible que haya recortes de personal o reducciones de sueldo y en consecuencia, generar un aumento del desempleo, lo que significa que será más difícil encontrar trabajo.
Además, durante una recesión, las empresas a menudo experimentan una disminución de la demanda de sus productos o servicios, lo que puede llevar a una disminución de sus ingresos y un aumento de sus costos. Esto puede hacer que las empresas tengan dificultades para mantener sus niveles de producción o para cubrir sus gastos operativos. Como resultado, es posible que las empresas reduzcan su tamaño o, en el peor de los casos, cierren completamente.
También hay que agregar que, durante una recesión, las empresas pueden tener dificultades para obtener financiación, ya que los bancos pueden ser reacios a prestar dinero debido a la incertidumbre económica. Esto dificulta la capacidad de las empresas para invertir en nuevos proyectos o para expandirse; efecto que será más sentido por los pequeños negocios o emprendedores que luchan por salir adelante.
Como personas naturales, que podemos hacer para enfrentar la recesión:
- Ahorrar dinero: Es importante tener una reserva de efectivo o de inversiones líquidas que pueda usarse en caso de emergencia. Esto puede ayudar a cubrir gastos imprevistos o a mantener la vida durante un período de desempleo.
- Reducir los gastos: Durante una recesión, es importante ser consciente de los gastos y tratar de reducir aquellos que no son esenciales. Esto puede ayudar a ahorrar dinero y aumentar la capacidad de resistencia durante un período de dificultades económicas.
- Mantener o mejorar las habilidades: Mantener o mejorar las habilidades profesionales puede ayudar a hacer que una persona sea más atractiva para los empleadores y aumentar sus posibilidades de encontrar trabajo en caso de desempleo.
- Mantener una actitud positiva: Aunque puede ser difícil en momentos de incertidumbre económica, mantener una actitud positiva y buscar soluciones puede ayudar a enfrentar los desafíos de una recesión.
Es importante tener en cuenta que cada situación es única y lo que funciona para una persona o empresa puede no funcionar para otra. Por lo tanto, es importante evaluar las circunstancias individuales y tomar medidas para protegerse de la manera más adecuada.
Como empresario, hay algunas cosas que puede hacer para proteger su negocio durante una recesión:
- Ahorrar dinero: Es importante tener una reserva de efectivo o de inversiones líquidas que pueda usarse en caso de emergencia. Esto puede ayudar a cubrir gastos imprevistos o a mantener la empresa a flote durante un período de dificultades económicas.
- Reducir los costos: Durante una recesión, es importante ser consciente de los costos y tratar de reducir aquellos que no son esenciales. Esto puede ayudar a ahorrar dinero y aumentar la capacidad de resistencia de la empresa.
- Diversificar los ingresos: Tratar de obtener ingresos de múltiples fuentes puede ayudar a minimizar el riesgo y proteger el negocio durante una recesión.
- Focalizarse en el cliente: Mantener una buena relación con los clientes y ofrecer un excelente servicio puede ayudar a asegurar la lealtad de los clientes y aumentar las posibilidades de que vuelvan a comprar en el futuro.
- Mantener una buena gestión financiera: durante una recesión, puede ser más difícil obtener financiación, por lo que es importante mantener una buena gestión financiera y tener un plan de negocios sólido. También puede ser útil contar con un asesor financiero, que pueda ayudar a afrontar la coyuntura económica.
Pero el consejo más importante a mi juicio es, una vez teniendo claro que la situación macroeconómica puede “golpear” su economía; es procurar que el resto de su familia y/o sus empleados lo entiendan y que todos colaboren y así, estar mejor preparados. No se trata de ser alarmistas, en el mejor de los casos, tal vez la crisis no llegue a ser tan severa y usted simplemente habrá ahorrado para después darse todos esos gustos que tenía.
Finalmente, si usted es un mediano, pequeño empresario o recién ha emprendido un negocio; también debe prepararse. No se sature de stock, piense en qué estrategias promocionales podrá implementar si la venta baja, busque llegar con comunicación al mayor número de personas para que le conozcan y lo tengan en mente, trate de tener productos que cubran el mayor rango de abanico de precios que puede permitirse y lo más importante, investigue, identifique cuáles son los factores que más valoran los consumidores a la hora de decidir qué y dónde comprar y trate de satisfacer esas expectativas.
Esperemos que la crisis no sea tan grave como la pintan, pero preparémonos porque como dicen: “más vale prevenir que lamentar”, quizás el hoy no sea tan bueno pero seguro que mañana, será mejor.